Por soñar, soñamos con una novena donde, dos grandes predicadores se esforzaban en resaltar más tu figura y recordadnos que tenemos que esta orgullosos de tener a la Pastora, que es la Madre de Dios y que sea siempre el espejo donde nos miremos y si se podía engrandecer más tu novena, tuviste acólitos que “custodiaban” la celebración de la Eucaristía.
Por soñar, soñamos con un día de Víspera y su Rosario, con la renovada imagen de tu simpecado de “gran” gala, que al salir a la puerta, de la que es tu casa, el sol “cantaba” los gozos de tu gloria, Reina de Cantillana.
Y llegó tu día y los corazones pastoreños que lo sabían palpitaban con tu nombre, Pastora, desde que amaneció el día y todo tenía una luz diferente, el cielo, tus calles, tus gentes todo nos anunciaba que era 8 de Septiembre y llegó la hora de la Función de Iglesia y la parroquia era un “sonajero” de alegría, donde todos los pastoreños renovaron sus promesa… “Por fin llegó este Gran día…”
… Y vibramos todos con tu traslado al paso, con el rezo de esas Salves y Ave María que se veían roto por el grito unísono de ¡VIVA LA PASTORA DIVINA!...
… Y llegaron las 10 de la noche y Cantillana entera se paraba para verte salir de la parroquia, para ver el brillo de tu cara, para escuchar la cantidad de cohetes que lo anunciaban y pasaste por la calle Pastora Solís al son de campanillero y volvimos a disfrutar en la Cuesta de Josefa la del Caco y llegaste a Martín Rey donde fuiste despojada de tu sombrero y paseaste tu gloria por el Llano y las calles Real, A. Machado, Buenavista, Cantarrana, por la Alameda y su castillo de fuego y llegaste a la Cuesta del Reloj donde un año mas, tus costaleros, te pasearon al son del Turuta haciendo gala del buen andar que tienen y llegaste a tu casa habiendo visitado a toda Cantillana y cuando se posaron los cuatros Zancos en el suelo de la parroquia y se escucho la voz de Manolo Villanueva decir “ Ahí quedó”, rompió la parroquia en vítores, palmas y alegría de emoción.
Por soñar, soñamos con la última noche de novena, donde fue posesionado su Divina Majestad y donde volvió a salir el Rosario, desde la Iglesia, acompañado de multitud de Pastoreñas, para volverse a recoger en la parroquia y cuando tu simpecado volvió a ser posado a los pies de tu risco el viento ya nos traía el mensaje “Nos vamos de Romería”…
