Aquí estamos, Madre, los jóvenes de tu hermandad llevando a gala el sentir Pastoreño de la juventud de Cantillana.
De generación en generación, los jóvenes Pastoreños, vamos integrándonos en tu hermandad, viviendo y sintiendo lo que es estar siempre a tu vera, a la vera de nuestra Pastora, a la que le pedimos cada día que no deje de guiar nuestras vidas con su divino cayado.
Comprometidos con nuestra hermandad, trabajando con esmero en todo los proyectos de esta y en los proyecto que, con ilusión ideamos nosotros mismo, vamos pasando el día a día de todo un año soñando con un próximo Septiembre en el que volvamos a verte llenando de alegría toda Cantillana y con el instante en que llegas a Martín Rey y te posan bajo la cúpula, que tu juventud te ha preparado y prepara, para gritarte más fuerte que nunca....
¡VIVA LA DIVINA PASTORA!
¡VIVA SIEMPRE LA MISMA!
