miércoles, 18 de mayo de 2011

¡Viva la Madre de todos los Pastoreños!

Compartir Un año más la hermandad de la Divina Pastora celebró la fiesta litúrgica de la madre del Buen pastor.


Comenzando el miércoles 11 con el triduo en honor de nuestra titular, la DIVINA PASTORA, en cuyo culto, la oratoria estuvo a cargo de el Rvdo. Fray Antonio Flores, OFMcap.


El sábado 14 celebramos la Función Religiosa Solemne oficiada por el Rvdo. Sr. D. Fernando I. García Álvarez-Rementería, párroco y director espiritual de nuestra hermandad y el panegírico estuvo a cargo del Rvdo. Fray Alfonso Ramírez Peralbo, OFMcap, vicepostulador de la causa del Beato Leopoldo de Alpandeire, el cual hizo entrega a la hermandad de una reliquia de dicho beato que se dio a besar al termino de la celebración.


Como ya es tradicional, la mañana del domingo amaneció llena de Cohetes y tracas que anunciaban a Cantillana que la reina de los cielos, nuestra Divina Pastora había bajado para recibir los honores de todos los pastoreños y de toda Cantillana.


A las 7 de la mañana daba comienzo el Rosario de la Aurora que sale desde nuestra Parroquia y llega a la ermita de la DIVINA PASTORA, donde tuvo lugar la celebración de la Santa misa.


Más tarde a las 12 de la mañana y con el rezo del Regina Coeli daba comienzo el Devoto besamanos, en el cual, como ya es tradicional, los pastoreños más pequeños hacían entrega a su MADRE de ramos de flores.


Como ya es costumbre la Parroquia estuvo abarrotada de devotos locales y foráneos que venían a rendirse a la planta de su REINA.


A las 10 de la noche y para cerrar esta festividad con broche de oro tuvo lugar el traslado de nuestra SEÑORA desde el altar mayor a su camarín, donde se vivieron momentos únicos y donde la parroquia latía a un solo corazón, el corazón Pastoreño, en especial el momento en el que la JUVENTUD PASTOREÑA lanzaba desde el coro una inmensa petalada que hizo que aflorara aún más nuestras emociones.


De destacar el magnífico gusto del montaje del altar de triduo y besamanos por parte de nuestros priostes y de la gran cantidad de hermanos colaboradores.


Por último resaltar la magnífica restauración que se ha llevado a cabo sobre el sol que se coloca en el triduo.