Han pasado cuatro largos años desde que la Divina Pastora fuese por última vez a la romería.
Cantillana se encontraba impaciente por volver a ver a su Madre ir camino de Los Pajares y en esta ocasión coincidía con el 50 aniversario de la bendición de la Ermita pastoreña.
La Juventud de nuestra hermandad proyectó que tenia que hacer algo especial en esta ocasión y con el apoyo de la Junta de Gobierno y colaboradores se volvió a montar los arcos de la Calle Martín Rey, que se presento, ante la Divina Pastora, tan pastoreña como siempre y que fue una gran sorpresa para todos los vecinos de Cantillana.